lunes, 16 de febrero de 2015

BAGAN - 7/01/2015 al 9/01/2015


Como siempre, nuestro autocar, vuelve a dejarnos en la estación "central" de autobuses, a unos 6 km del pueblo más cercano. Pero esta vez el espectáculo de los taxistas se volvió a superar:

Son las 4:00 de la madrugada. Unos veinte taxistas se apelotonan en la puerta de salida del autocar. Parecen lobos hambrientos que esperan su presa. Tienen hambre de dólares! Casi da miedo y todo. Nadie se mueve de su asiento, ya que se nos había dicho que este bus nos llevaría hasta el pueblo. Los autóctonos también se quedan en el autobús, esto quiere decir que el vehículo no ha llegado al final de su trayecto. Pero el bus no se mueve. Después de unos minutos el chófer entra y nos dice: "ésta es la última parada, hemos llegado a Bagan." Aún así, nadie se atreve a salir. Por eso el conductor vuelve a entrar, hasta dos veces más, para decirnos que bajemos. Poco a poco, empezamos a entender que el autobús, simplemente no continuará hasta que no salgamos todos los turistas. Sólo una vez que todos los turistas han salido del autobús, éste continúa su trayecto con el resto de los pasajeros.

Para salir del autobús, tuvimos que abrirnos camino a través de la muchedumbre de taxistas feroces. Cada turista recibe inmediatamente uno o dos taxistas, que se le asignan a una distancia de 5cm de su oreja. Casi no puedes caminar, ni coger tu mochila y hasta es difícil conseguir hablar con el resto de pasajeros para poder compartir el trayecto. Casi no se puede ni respirar! Es una situación incómoda y de presión constante. 20 dólares para 2 personas es lo que nos piden por un trayecto en taxi de poco más de 6 km hasta Nyaung U, que es donde tenemos nuestro alojamiento. La mayoría de los pasajeros aceptan este precio sin más. Cuando preguntamos por una Pick-up aparcada allí, nos contestan los taxistas "Only for locals" (Sólo para los locales). A pesar de las adversidades, conseguimos convencer a 5 pasajeros más, que nos apoyen y que tengan paciencia hasta que negociamos un precio mínimamente decente. Después de un rato de intenso regateo, conseguimos que nos lleven a las 7 personas, por 14 dólares en total, a nuestros respectivos hoteles. Como comparación: nuestro único trayecto en taxi en Tailandia, del centro de Chiang Mai al aeropuerto, nos costó unos 30 céntimos por kilómetro, y eso que Tailandia es un país mucho más desarrollado, y que por tanto también debería ser más caro.

Al igual que en el lago Inle, aquí también hay que pagar un "peaje" de 20 dólares por persona para entrar. Apenas cinco días antes de nuestra llegada, el precio todavía era de 15 dólares, según lo que nos comentaban otros viajeros.


Bagan es uno de los sitios más importantes (si no el más importante), de los que hay que visitar en Myanmar, especialmente debido al importante número de Pagodas esparcidas por todas partes.

Entre los siglos XI y XIII, cuando era la capital del reino de Bagan, aquí se construyeron más de 10.000 templos budistas y pagodas, de los cuales, hoy en día todavía se mantienen en pie unos 2.200.

Hay varias maneras para explorar los 40 km² que mide la zona: a pie, que prácticamente se puede descartar debido a las enormes distancias; alquilar una bicicleta; alquilar una motocicleta, no "puede"; pero si una motocicleta con conductor; o un tuc-tuc con conductor; un coche con conductor; un carruaje con conductor; un lo-que-sea, pero siempre con conductor; un globo de aire caliente; etc...

ay una opción, que se encuentra entre medio de alquilar una bici y todas las demás opciones (bastante más caras), que es, la de alquilar una "bicicleta eléctrica". De hecho, nosotros más bien lo llamaríamos una "motocicleta eléctrica de juguete", la cual puede transportar a dos personas a una velocidad de unos 20km/h en llano. Así pues, nosotros optamos por esta última opción.



















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