Como siempre, nuestro
autocar, vuelve a dejarnos en la estación "central" de
autobuses, a unos 6 km del pueblo más cercano. Pero esta vez el
espectáculo de los taxistas se volvió a superar:
Son las 4:00 de la
madrugada. Unos veinte taxistas se apelotonan en la puerta de salida
del autocar. Parecen lobos hambrientos que esperan su presa. Tienen
hambre de dólares! Casi da miedo y todo. Nadie se mueve de su
asiento, ya que se nos había dicho que este bus nos llevaría hasta
el pueblo. Los autóctonos también se quedan en el autobús, esto
quiere decir que el vehículo no ha llegado al final de su trayecto.
Pero el bus no se mueve. Después de unos minutos el chófer entra y
nos dice: "ésta es la última parada, hemos llegado a Bagan."
Aún así, nadie se atreve a salir. Por eso el conductor vuelve a
entrar, hasta dos veces más, para decirnos que bajemos. Poco a poco,
empezamos a entender que el autobús, simplemente no continuará
hasta que no salgamos todos los turistas. Sólo una vez que todos
los turistas han salido del autobús, éste continúa su trayecto con
el resto de los pasajeros.
Para salir del autobús,
tuvimos que abrirnos camino a través de la muchedumbre de taxistas
feroces. Cada turista recibe inmediatamente uno o dos taxistas, que
se le asignan a una distancia de 5cm de su oreja. Casi no puedes
caminar, ni coger tu mochila y hasta es difícil conseguir hablar con
el resto de pasajeros para poder compartir el trayecto. Casi no se
puede ni respirar! Es una situación incómoda y de presión
constante. 20 dólares para 2 personas es lo que nos piden por un
trayecto en taxi de poco más de 6 km hasta Nyaung U, que es donde
tenemos nuestro alojamiento. La mayoría de los pasajeros aceptan
este precio sin más. Cuando preguntamos por una Pick-up aparcada
allí, nos contestan los taxistas "Only for locals"
(Sólo para los locales). A pesar de las adversidades, conseguimos
convencer a 5 pasajeros más, que nos apoyen y que tengan paciencia
hasta que negociamos un precio mínimamente decente. Después de un
rato de intenso regateo, conseguimos que nos lleven a las 7 personas,
por 14 dólares en total, a nuestros respectivos hoteles. Como
comparación: nuestro único trayecto en taxi en Tailandia, del
centro de Chiang Mai al aeropuerto, nos costó unos 30 céntimos por
kilómetro, y eso que Tailandia es un país mucho más desarrollado,
y que por tanto también debería ser más caro.
Al igual que en el lago
Inle, aquí también hay que pagar un "peaje" de 20 dólares
por persona para entrar. Apenas cinco días antes de nuestra llegada,
el precio todavía era de 15 dólares, según lo que nos comentaban
otros viajeros.
Bagan es uno de los
sitios más importantes (si no el más importante), de los que hay
que visitar en Myanmar, especialmente debido al importante número de
Pagodas esparcidas por todas partes.
Entre los siglos XI y XIII, cuando era la capital del reino de Bagan, aquí se
construyeron más de 10.000 templos budistas y pagodas, de los
cuales, hoy en día todavía se mantienen en pie unos 2.200.
Hay varias maneras para
explorar los 40 km² que mide la zona: a pie, que prácticamente se
puede descartar debido a las enormes distancias; alquilar una
bicicleta; alquilar una motocicleta, no "puede"; pero si
una motocicleta con conductor; o un tuc-tuc con conductor; un coche
con conductor; un carruaje con conductor; un lo-que-sea, pero siempre
con conductor; un globo de aire caliente; etc...
ay una opción, que se
encuentra entre medio de alquilar una bici y todas las demás
opciones (bastante más caras), que es, la de alquilar una "bicicleta
eléctrica". De hecho, nosotros más bien lo llamaríamos una
"motocicleta eléctrica de juguete", la cual puede
transportar a dos personas a una velocidad de unos 20km/h en llano.
Así pues, nosotros optamos por esta última opción.
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