miércoles, 11 de febrero de 2015

LAGO INLE (Nyaungshwe) - 1/01/2015 al 6/01/2015


Para llegar al Lago Inle tomamos un autobús nocturno hasta Nyaungshwe (situado a 5 km del lago). El bus nos dejaba a 6 km a las afueras del pueblo, y por lo que fuimos viendo con los días que pasamos por este país, ésto es una costumbre habitual en Myanmar y que consiste en no terminar de llevarte nunca a tu destino. De esta forma tienes que buscarte la vida para acabar de llegar. Por tanto, como turista, a menudo no te queda más remedio que coger un taxi, ya que ellos se encargan de que sea muy difícil que consigas coger el transporte público. Por este motivo, te sale casi al mismo precio el trayecto en bus que el trayecto en taxi.

Otra cosa un poco molesta de los buses nocturnos en Myanmar, es que te dejan a destino a horas intempestivas como quien dice. Generalmente a los alrededores de las 4 de la madrugada.

Aún no has salido del bus, medio dormido como vas y los taxistas ya te saltan a la yugular. Ciertamente no es un despertar muy agradable. Si por lo menos no los tuvieras pegados a cinco centímetros y te dejaran pensar un momento sobre lo que quieres hacer tranquilamente...

Dormidos como íbamos, esta vez si que nos consiguieron engañar. Sabíamos que había furgonetas pick-up desde donde nos dejaba el bus hasta el pueblo por unos 50 céntimos. Pero nos consiguieron hacer creer que hasta las 8 de la mañana no pasaría la primera. Así pues, al final decidimos coger la pick-up "privada" que nos ofrecían por 5 dólares para llevarnos a nuestro hotel. Una vez dentro, la acabaron de llenar con el resto de gente que esperaba en la parada de la furgoneta de los 50 céntimos. Gracias a nosotros, esa furgoneta quedó doblemente amortizada.

Todavía faltaba la "tasa turística", de 10 dólares por persona, para tener derecho a acceder al pueblo. Extrapolando esto a Europa, sería como si te cobraran 50 euros, para permitirte la entrada a Barcelona Ciudad.



A parte de pasear por el pueblo y sus mercados, una de las pocas cosas medianamente asequibles que se puede hacer por aquí, es alquilar una bici y descubrir un poco las cercanías.




Aprovechamos también la ocasión, para mostraros uno de los muchos "bebederos" de motos repartidos a lo largo de todas las carreteras y caminos del país.

La que es, en cualquier caso, la excursión obligatoria, es la de hacer un tour en barco por el lago. El circuito es prácticamente lo mismo lo compres donde lo compres, pero los precios varían sustancialmente (entre 15 y 30 dólares por prácticamente la misma ruta, incluyendo la visita a Indein). Nosotros al final terminamos pagando 20 dólares, pero para reducir gastos, decidimos buscar más gente para compartir la barca y al final nos salió por 4 dólares por persona.

Hay que decir que nos sorprendió muy gratamente nuestro tour en barca. La relación calidad / precio era bastante buena, teniendo en cuenta la costumbre generalizada de este país de inflar exageradamente los precios a los turistas.

Nuestra excursión en barco duró desde las 8:00 de la mañana, hasta después de la puesta de sol. Incluía la visita a talleres de artesanía, donde te explicaban los procesos de producción y te vendían sus productos. Esto es a lo que más miedo teníamos, ya que todavía teníamos muy presente el recuerdo de la sastrería de Bangkok. Sufríamos por la insistencia y pesadez de sus vendedores, pero no fue así, y las visitas fueron de lo más agradables e interesantes.

En el siguiente vídeo, se puede ver cómo se produce hilo a partir de las fibras de los tallos de las flores de loto. Por su laboriosidad, este hilo, es aún más caro que la seda.


En este otro taller, tenían "expuestas" las conocidas como "mujeres jirafa" de la tribu de los Padaung, mientras hacían sus tejidos manualmente.


Justo donde el río desemboca en el Lago Inle, se pueden apreciar los primeros pescadores, que son muy característicos de esta zona porque tienen la habilidad de remar con la ayuda de una pierna y aguantarse con la otra. En realidad estos primeros pescadores, sólo están aquí para que les hagas fotos y así no molestar a los pescadores de verdad, que se pueden ver un trozo más allá.




En algunos puntos del lago, se te acercan pequeñas embarcaciones a venderte sus productos.

No pueden faltar tampoco, unas paradas en algunos de los templos del lago, como la Hpaung Daw U Pagoda, ubicada en una isla rodeada de canales.


En el interior de la Hpaung Daw U Pagoda, se encuentran cinco imágenes de Buda recubiertas de oro (o eso nos dijeron... nosotros sólo vemos unas piedras doradas). Todo aquel que lo desee, puede compar una lámina de oro y pegarla en las figuras. Bueno todos no, solo los hombres tienen permitido subir junto a las figuras de Buda, las mujeres son, supuestamente, demasiado impuras para hacer algo así.



También vale la pena la visita a la Shwe inde Pagoda, a la que se accede remontando el río con la barca, y luego caminando durante unos 20 minutitos cuesta arriba. Una vez llegados allí, la gran cantidad de estupas que rodean el templo, te hacen sentir casi como si estuvieras en medio de un bosque de estupas. Por algún motivo, todo el mundo que te ofrece hacer la visita el lago, te lo ofrece, con o sin la visita a Indein, lo que supone una diferencia en el precio de entre 2 y 5 dólares menos y que nosotros pensamos que vale la pena pagarlos.



Ahora sí, en nuestro tercer día en el Lago Inle, le tocó el turno a nuestra primera intoxicación alimentaria. Así que nada, a esperar un par de días hasta que haya salido todo lo que tenía que salir. Menos mal que el hotel de Nyaungshwe era el mejor alojamiento de todos los que tuvimos en Myanmar.



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