Nuestro primer destino en este viaje ha sido Bangkok, la capital de Tailandia. Una ciudad de unos 8.300.000 habitantes, viva y frenética. Aquí hemos aprovechado para descansar del estrés de antes de partir y terminar de planificar un poco el resto del viaje.
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La céntrica avenida Ratchadamri, en el corazón de la zona financiera, de hoteles y de compras de Bangkok |
Nuestro alojamiento estaba un poco apartado del centro, pero bien conectado con el metro elevado o "Sky train". Como tampoco íbamos cada día al centro, ya nos estaba bien vivir en un ambiente más autóctono, apartados de las grandes masas de turistas y de gente que te para por la calle para venderte cualquier cosa o ofrecerte un tuc-tuc.
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El típico "Tuc-Tuc", triciclos que hacen de taxi |
Nos ha gustado mucho la gente de este país, en general son todos muy educados y agradables. Incluso, la gente que se dedica a engañar turistas, es bastante soportable y generalmente con un "no" y una sonrisa te dejan en paz, incluso los más pesados, con un "No" + sonrisa + ignorarlos 5 segundos, también suelen dejarte tranquilo, lo cual es de agradecer.
Llegamos a Bangkok hacia las 7 de la mañana. Pero aquel primer día en Bangkok no dio mucho de sí, ya que lo dedicamos todo a llegar al hostal, abastecernos de víveres y descansar. Llevábamos un largo viaje a las espaldas. Salimos de Barcelona a las 18:30h hacia Abu Dhabi, haciendo escala en Roma y haciendo noche en el avión, para llegar a Abu Dabi a las 6:45h de la mañana. Hay que tener en cuenta que hay 3 horas de diferencia horaria y que por tanto, la noche se nos hizo muy corta, entre despegue, cena, adelantar el reloj 3 horas, desayuno y aterrizar, no quedaba mucho más de un par de horas para dormir. Una vez en Abu Dabi, tomamos un autocar hacia Dubai, donde pasamos todo el día. Después, otro vuelo nocturno hasta Bangkok, un par de horas efectivas para dormir y 3 horitas más de diferencia horaria ... estábamos exhaustos.
Al día siguiente empezamos a ir al grano: tramitamos nuestros visados para Myanmar (Birmania) y aprovechamos para ir al centro (desde nuestro alojamiento hasta el centro teníamos más de una hora de trayecto, entre "Sky train" y barco).
Descubrimos la paz y la tranquilidad de los templos budistas. Especialmente el contraste entre el tráfico frenético de la calle y el silencio que se respira dentro del recinto. Parece mentira que estos dos mundos estén separados sólo unos pocos metros entre ellos.
Vimos el templo de วัด บวร นิเวศ วิหาร ราชวรวิหาร (Wat Bowon Niwet Wihan), que nos encantó. Quizás simplemente porque fue uno de los primeros templos que visitamos, quizá porque encontramos un oasis de paz en esta caótica ciudad, o tal vez porque lo encontramos de casualidad. La verdad es que nos estuvimos mucho tiempo paseando por dentro del complejo.
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Phra Puttha Chinarat, Wat Bowon Niwet Wihan |
Como cualquier turista que llega por primera vez a un país lejano, nosotros también fuimos víctimas, ese día, de un conocidísimo timo de "engaña-tontos". El hecho de haber oído hablar de él, no nos fue un impedimento para caer en él de cuatro patas: estábamos a punto de llegar a la "Golden Mountain", cuando se nos acercó un hombre a hablarnos y decirnos que estaba cerrada porque hacían una ceremonia, que duraría una hora. Muy amablemente nos enseñó en el mapa algunos templos que podríamos visitar mientras hacíamos tiempo. A pesar de estar relativamente cerca, caminando tardaríamos un buen rato (es cierto, Bangkok es una gran ciudad, y todas las distancias, son lejos), así que él nos propuso de llevarnos con su tuc-tuc, y nos dejaría de vuelta a la "Golden Mountain ". Todo el circuito nos saldría por 40 Baths (un euro al cambio). Nos explicó que este precio tan barato nos lo podía ofrecer porque unos comerciantes le daban comisiones a cambio de llevarnos a sus tiendas, en las que no teníamos que comprar nada si no queríamos, con entrar y echar un vistazo de 10 minutos, era suficiente. Pues bien, tras pensarlo un rato, aceptamos.
Vimos el "standing Buda" y posteriormente nos llevó a una sastrería. Pensamos: bien ... una sastrería... a saber que haremos aquí, ya que seguro que no compraremos ningún traje y nos aburriremos un poco, pero no pasa nada. Nada más entrar, se nos acercó uno de los vendedores, que nos "acompaño" durante todo el tiempo. Aquellos 10 minutos se nos hicieron eternos, no sabíamos qué hacíamos allí y tampoco nos interesaba nada. Fue una situación ciertamente incómoda, y más incómodo aún, fue irse de la tienda sin haber comprado nada. No sabemos porque, pero nuestro tuc-tuquero decidió saltarse el resto de monumentos y tiendas, y llevarnos directamente de vuelta a la "Golden Mountain". Quizás él también se dio cuenta de que esto no iba con nosotros. En todo caso, nosotros también agradecimos que se terminara antes de tiempo. Os podemos asegurar que de aquí hemos sacado más de una lección para la próxima vez, como no creernos que un monumento está cerrado si no lo vemos con nuestros propios ojos (es una estafa bastante recurrente).
Después de esta anécdota, subimos a la "Golden Mountain", donde conocimos a Xabi de Iruña, un chico neozelandés y una chica alemana, que vinieron a nosotros todo angustiados explicando que habíamos quedado cerrados. Al final, sin embargo, no fue para tanto, con la ayuda de unos Tailandeses que también había allí, terminamos encontrando una salida abierta.
Todos juntos terminamos caminando hasta Khao San, conocido también como la calle de los mochileros: mucho ambiente y movimiento de turistas, tiendas, turistas borrachos y ruido.
Los otros días que pasamos en la ciudad fuimos alternando los días de quedarnos en el hostal, trabajar y visitar los mercados de la zona, con los días de visita turística en el centro.
Uno de los lugares que son de visita obligada en Bangkok, es el complejo donde está el "Grand Palace" y el templo del Buda esmeralda (วัด พระ แก้ว, Wat Phra Kaew).
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Templo del Buda esmeralda (วัด พระ แก้ว, Wat Phra Kaew) |
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Templo del Buda esmeralda (วัด พระ แก้ว, Wat Phra Kaew), con Xabi |
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Templo del Buda esmeralda (วัด พระ แก้ว, Wat Phra Kaew) |
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Templo del Buda esmeralda (วัด พระ แก้ว, Wat Phra Kaew) |
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Grand Palace de Bangkok |
De camino al centro, con la barca, pasábamos cada vez por delante de una pagoda que nos llamaba mucho la atención, el Wat Arun, situado al otro lado del río. Así que pasamos a hacerle una visita.
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Wat Arun |
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Wat Arun |
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Vistas al río Chao Phraya, desde el Wat Arun |
No muy lejos de los dos sitios anteriores, está el Wat Pho, donde se aloja el Buda reclinado.
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Wat Pho |
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Buda reclinado en el Wat Pho |
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Wat Pho |
En Tailandia se hace mucha vida en la calle. Por todas partes hay muchas paradas y puestos de comida que invaden la calle.
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Puestos en una de las calles de Chinatown |
- 5 de Diciembre: el cumpleaños del rey
El 5 de diciembre es un día muy especial en Tailandia: el cumpleaños del rey, un rey muy venerado y querido por una gran mayoría de tailandeses. La ciudad se engalana y grandes multitudes de gente vestidas con camisetas de color amarillo se reunen en el centro de Bangkok en un ambiente entre solemne y festivo.
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Celebración del cumpleaños del rey, en el encendido de velas en el centro de Bangkok |