Tanto desde Chiang Mai como desde Chiang Rai, se pueden hacer excursiones por las montañas del norte de Tailandia. Hay dos opciones: o apuntarse a un tour organizado, que suelen ser relativamente caros, o alquilar un vehículo y explorar por propia cuenta.
Como Chiang Rai es una ciudad pequeña, se puede salir bien rápidamente hacia las zonas rurales. Una buena manera y sobre todo económica de hacerlo, es en moto, así que elegimos esta opción.
No hay que conducir mucho para estar en las montañas, rodeado de selva y de pequeños campos de cultivo.
Aquí todavía se pueden ver casas de bambú, donde las paredes están hechas con finas láminas de la corteza de este material entrelazada y los tejados de hojas o tallos de arroz.
Aparte de arroz y plátanos, ésta también es tierra de té.
Las plantas de té, se extienden por las faldas de las montañas en hileras, dando una apariencia de terrazas.
Dentro de la selva, donde el terreno es más escarpado, se encuentran algunas cascadas.
De vuelta en el valle principal, encontramos un lago con aguas termales, brotando constantemente a 56 ° C. El lugar nos gustó bastante, era muy tranquilo y relajante. Si bien es cierto, que llegamos bastante tarde, y tal vez por eso no había nadie. De hecho, pensábamos que serían una especies de termas para turistas, en las que hay que pagar entrada, y quizá por este motivo, nos sorprendió gratamente encontrarnos aquello.
La vuelta a casa la hicimos por la otra orilla del Río, pasando por un puente colgante de madera que no dejaba de tener su encanto.
Llegando a Chiang Rai, nos encontramos de repente con un buda gigante. De hecho todavía lo estaban construyendo. Dentro del buda se oía el ruido de las maquinas.
Al acercarnos, pudimos apreciar que se trataba de un gran complejo de templos, hecho por los chinos y que estaba parcialmente terminado. Con un gran templo en forma de estupa, de 10 pisos de altura, y dentro del cual, se podía subir hasta el ultimo piso, a contemplar las vistas. Lástima que fuera de noche, ya que seguramente las vistas deben valer la pena.
Dentro del templo, una figura de Buda, de madera maciza de 2 pisos de altura. Como se puede apreciar en la fotografía, aquí todo es a lo grande.
Este ha sido nuestro último día en Tierras Tailandesas por un tiempo, ya que estaremos unas tres semanitas en Myanmar, antes de volver de nuevo a Bangkok.
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